
Gracias a la ventilación transversal detrás de la cornisa (attika), se garantiza un excelente intercambio de aire permanente. Los malos olores y la humedad se eliminan continuamente, mejorando considerablemente la calidad del ambiente interior. La abertura de aire colocada intencionadamente detrás de la cornisa también puede utilizarse fácilmente para pasar cables o conducciones de forma flexible desde el interior hacia el exterior.